ORAR CON LA VIRGEN DE LA PEÑA

Patrona De Villa y Tierra de Tordesillas

Oración a Nuestra Señora de la Peña

Ante ti, Virgen de la Peña,

Madre de Dios y Madre de los hombres,

agradecidos por tu inmensa bondad,

por tu intercesión por nosotros

ante tu Hijo Jesús –Nuestro Señor-,

humildemente postrado a tus pies

imploro tu protección y amparo

cada día de mi vida,

y tu auxilio en la hora de mi muerte.

¡Oh! clementísima, ¡oh! piadosa,

¡oh! dulce Virgen María,

no tengas en olvido a todos los que amo...

Vela por la iglesia y sus ministros,

socorre a los necesitados, a los hambrientos,

consuela a los afligidos, a los que sufren.

Atiende a los que padecen la guerra, la injusticia,

muévenos a respetar a la persona, la vida, la libertad.

Sé la abogada de nuestros pecados, líbranos del mal.

Tú, María, la llena de gracia. Amén.

Oración de la mañana:

Jesús, te doy gracias por este día que empieza.

Te pido que estés junto a mi en todos los momentos de mi vida.

Enséñame a querer a todos como tu me quieres.

Virgen de la Peña, guárdanos de todo mal.

Me dirijo a Ti con toda confianza, al comienzo de esta jornada,

para mi tan llena de imprevistos.

Ángelus

El ángel del Señor anuncio a María,

r/ y concibió por obra del Espíritu Santo. +Dios te salve María...

He aquí la esclava del Señor,

r/ hágase en mi según tu palabra. +Dios te salve María...

Y el Verbo se hizo carne

r/ y habitó entre nosotros. +Dios te salve María...

Oración de la noche:

Jesús, cuando el día ya termina, y la noche se acerca,

te doy gracias por las alegrías que he tenido hoy,

y te pido perdón por las veces que he hecho sufrir a los demás.

Guárdame durante esta noche, guarda a todos mis familiares

y amigos. Y enséñame a amarte cada día más.

Virgen de la Peña, te doy gracias por el día que termina

y por todas las cosas que de tu mano he recibido.

Ave María:

Dios te salve, María, llena eres de gracia,

el Señor es contigo,

bendita tú eres entre todas las mujeres

y bendito es el fruto de tu vientre. Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Ofrecimiento

He querido que seas mi patrona,

he aprendido a quererte y rezarte.

Estoy aquí para ofrecerte

lo poco que soy, lo poco que tengo.

Madre, Virgen de la Peña,

sé Tú mi maestra,

sé Tú mi modelo,

para que pueda comprender

el misterio de tu Hijo

desde lo que soy, desde lo que tengo,

desde esta vida mía.

Madre, Virgen de la Peña,

vuelve hacia mí tus ojos

que yo los he puesto ya en Ti.

Preces

Por todos los que han puesto su confianza en Dios Salvador.

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los desesperados, por los que no son capaces de ver nada más que lo que ellos quieren:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los que creen y trabajan por un mundo mejor:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los que anuncian a Dios con alegría en un mundo de pesimismo:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los que crean esperanzas en el corazón de los jóvenes:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los que no se contentan con palabras bonitas, sino que dan respuestas concretas a los problemas de los otros:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por los que se sienten solos, olvidados de todos y hasta piensan que Dios no se acuerda de ellos:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por todos nosotros, tus cofrades y devotos, para que a ejemplo tuyo seamos testimonio de Jesús:

+Ruega, Virgen de la Peña

Por todos los que necesiten de ti, para alivio de sus dolores, incomprensiones, dependencias, injusticias, guerras, maltratos, abusos...

+Ruega, Virgen de la Peña

Acordaos

Acordaos, ¡oh Piadosísima Virgen de la Peña!

De las veces que he acudido a tu presencia

implorando vuestros favores.

Animado por la confianza acudo, de nuevo ante ti,

¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!

y aunque gimiendo

bajo el peso de mis pecados

me atrevo a comparecer

ante tu presencia.

No desprecies mis suplicas,

¡oh Madre del verbo!, antes bien,

Acógelas favorablemente y escúchalas. Amen.

Consagración

Virgen de la Peña. Patrona nuestra:

¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía!.

Yo me ofrezco enteramente a ti,

y, en prueba de filial afecto,

te consagro en este día:

mis ojos, mis oídos,

mi lengua y corazón;

en una palabra: todo mi ser.

Ya que soy del todo tuyo,

¡oh, Madre de bondad!,

guárdame y defiéndeme

como cosa y posesión tuya. Amén

Bajo la protección de la Virgen de tu devoción

¡Oh augusta Soberana!, (Virgen de ........................),

me acerco a implorar vuestra misericordia, y a poner, desde este instante

y para siempre, mi alma y mi cuerpo bajo vuestra defensa

y protección especial.

Yo confío a Vos y pongo en vuestras manos todas mis esperanzas y

consuelos, todos mis sufrimientos y miserias, mi vida entera y mi muerte,

para que, por vuestra benévola mediación y por vuestros méritos, todas

mis acciones tiendan a cumplir vuestra voluntad y la de vuestro Hijo. Amén

Oración tomada de la novena de Nuestra Señora de la Guía.

Soberana Guía, norte seguro de la salvación de las almas, estrella del mar proceloso del mundo, con profunda veneración, humildad y confianza, imploramos vuestra soberana piedad y amoroso y gracioso patrocinio. Confesamos no tener meritos algunos para que atendáis nuestros clamores y remediéis nuestras necesidades; pero, pues sois digna Madre de aquel Dios que para nuestro remedios se hizo, tan a costa suya, verdad, vida, luz, guía, camino y puerta del cielo, y quiso comunicaros por gracia estos atributos y empleos que le tocan por naturaleza; usad de vuestro empleo, y escuchad piadosa nuestros humildes ruegos, e intercediendo en primer lugar con vuestro Hijo y nuestro Redentor para que nos perdone nuestras culpas, reconciliándonos con su amistad y gracia, otorgadnos lo que os pedimos en esta corte y visita, si ha de ser para gloria suya honra vuestra y provecho de nuestras almas. Amén.

La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,

Vida y dulzura y esperanza nuestra,

¡Dios te salve!

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;

A ti suspiramos, gimiendo y llorando

en este valle de lágrimas.

¡Ea, pues, Señora, abogada nuestra!

Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,

y después de este destierro,

muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!

¡Oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

para que seamos dignos de alcanzar las promesas

de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas la generaciones,

porque el Poderoso

ha hecho obras grandes por mí;

su nombre es santo

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

como lo había prometido a nuestros padres,

en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,

como era en un principio ahora y siempre

por los siglos de los siglos. amen

A Nuestra Señora de las tres Avemarías:

María, Virgen de la Peña, líbrame de caer en pecado mortal y concédeme (pedir la gracia que se desea)....:

++Por el poder que te concedió el Padre

---Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia...

++Por la sabiduría que te concedió el Hijo

---Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia...

++Por el amor que te concedió el Espíritu Santo,

---Dios te salve, María, Esposa del Espíritu Santo llena eres de gracia...

Dios te salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

Santo Rosario

(En cada misterio se pone una cita de la Biblia, por si se desea ampliar la reflexión).

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición: Señor mío Jesucristo... (Pag. 26)

---Señor, ábreme los labios.

R- Y mi boca proclamará tu alabanza.

---Dios mío, ven en mi auxilio.

R- Señor, date prisa en socorrerme.

---Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R- Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

++En cada misterio se rezará: Padrenuestro... (una vez)

Ave María .... (diez veces)

Gloria al Padre.. (una vez)

Finalizando el misterio : ++ María Madre de Gracia y Misericordia

R/ Defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

Misterios Gozosos (lunes y sábados)

1 La encarnación del Hijo de Dios: (Lucas 1, 28-38)

2 La visitación de María a su prima Isabel: (Lc. 1,39-45 )

3 El nacimiento de Jesús en Belén: (Lc. 2. 1-20)

4 La presentación del Niño Jesús en el templo: (Lc. 2. 22-34)

5 El Niño Jesús perdido y hallado en el templo: (Lc. 2. 41-50)

Misterios luminosos (Jueves)

1 El bautismo de Jesús en el Jordán: (Mt. 3.13-17)

2 Las bodas de Caná: (Jn.2.1-12)

3 La predicación de Jesús y la llamada a la conversión: (Mc1.14-15)

4 La transfiguración del Señor: (Lc.9.28.35)

5 La institución de la Eucaristía en la última cena: (Mc.14.22-25)

Misterios Dolorosos (Martes y Viernes)

1 La oración de Jesús en el huerto de los Olivos: ( Marcos 14.33-42)

2 La flagelación del Señor: (Mateo 27. 24-26)

3 La coronación de espinas: (Mt. 27.27-30)

4 Jesús con la cruz a cuestas: (Juan 19.17-19)

5 La muerte de Cristo en la cruz: (Lc. 23.44-46)

Misterios gloriosos (Miércoles y Domingos)

1 La resurrección de Jesucristo: (Jn. 20. 1-18)

2 La ascensión del Señor al cielo: (Lc.24.50-53)

3 La venida del Espíritu Santo: (Hechos de los A. 2.1-4)

4 La asunción de María a los cielos: (Apocalipsis 12.1)

5 La coronación de María como Reina de todo lo creado:(Salmo 44.7-8)

Letanías de Nuestra Señora

---Señor, ten piedad. R/ Señor, ten piedad

---Cristo, ten piedad R/ Cristo, ten piedad

---Señor, ten piedad R/ Señor, ten piedad

---Cristo, óyenos R/ Cristo, óyenos

---Cristo, escúchanos R/ Cristo, escúchanos

---Dios Padre celestial R/ Ten misericordia de nosotros

---Dios Hijo Redentor del mundo "

---Dios Espíritu Santo "

---Trinidad Santa, un solo Dios "

Santa María ............ (Responder:

Santa Madre de Dios Ruega por nosotros)

Santa Virgen de las Vírgenes

Madre de Cristo

Madre de la Iglesia

Madre de la divina gracia

Madre purísima

Madre castísima

Madre y Virgen

Madre santa

Madre inmaculada

Madre amable

Madre adorable

Madre de buen consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Virgen prudentísima

Virgen digna de veneración

Virgen Digna de alabanza

Virgen poderosa

Virgen fiel

Virgen de la Peña

Ideal de santidad

Trono de la sabiduría

Causa de nuestra alegría

Templo del Espíritu Santo

Rosa escogida

Torre de David

Torre de marfil

Casa de oro

Arca de la Nueva Alianza

Puerta del Cielo

Estrella de la mañana

Honor de los pueblos

---Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

R/ Perdónanos, Señor

---Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

R/ Escúchanos, Señor

---Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

R/ Ten piedad de nosotros

---Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios

R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amen

Oremos: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que por el anuncio del ángel hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, nuestra Señora de la Peña, a la gloria de la Resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén

Septenario por los dolores de María

Por la señal...

Acto de contrición: Señor mío Jesucristo... (Pag. 26)

Oración para todos los días:

Oh Virgen de la Peña, Madre dolorosa, la más afligida de todas las madres del mundo; postrado a tus pies, te suplico por tus dolores y los de vuestro amado Hijo, crucificado por mi, que me alcancéis perdón de mis culpas, gracia para no pecar más y el favor que os pido en esta novena, saludándote por vuestros siete dolores más principales.

++Primer dolor.- Profecía de San Simeón.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que padecisteis, presentando a vuestro Hijo en el templo, al oír a Simeón que había de traspasar vuestra alma una espada de dolor; te suplico, Virgen de la Peña, me des gracia para que, purificada mi alma con una verdadera penitencia, pueda ser presentada ante Ti en el templo de la eterna gloria. Amen.

Avemaría. (Pag. 7)

++Segundo dolor.- Huida a Egipto.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis, huyendo con vuestro Hijo de Nazaret a Egipto, te suplico me des gracia para que con verdadero propósito huya de las ocasiones de ofender a Dios. Amen.

Avemaría.

++Tercer dolor.- El Niño Perdido.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis viendo la pérdida de vuestro Hijo, te suplico me des gracia para que le busque, hasta hallarle en el templo de mi alma. Amen.

Avemaría.

++Cuarto dolor.- En la calle de la amargura.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis viendo a vuestro Hijo cargado con la cruz, te suplico me deis gracia para que le siga, llevando con paciencia las cruces de mi estado. Amen.

Avemaría

++Quinto dolor.- La Crucifixión.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis viendo crucificar a vuestro Hijo, te suplico me deis gracia para que, mortificando mis pasiones, viva siempre crucificado con Cristo. Amen.

Avemaría.

++Sexto dolor.- El descendimiento.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis viendo en vuestros brazos llagado el cuerpo de vuestro Hijo, te suplico me deis gracia para que en la santa Comunión le reciba dignamente. Amen.

Ave María

++Séptimo dolor.- Sepultura de Jesús.

¡Oh Madre afligida! Por el dolor que tuvisteis dejando el cuerpo de vuestro Hijo sepultado, te suplico me deis gracia para aborrecer el pecado y vivir muerto a los gustos del mundo. Amen.

Avemaría.

Jaculatoria.- Virgen de la Peña, Madre de amor, de dolor y de misericordia, rogad por nosotros.

Dame madre

Dame tus ojos, madre, para poder mirar,

si miro con tus ojos, jamás podré pecar.

Dame tus labios, madre, para poder rezar,

si rezo con tus labios, Jesús me escuchara.

Dame tu lengua, madre, para ir a comulgar,

es tu lengua patena de gran santidad.

Dame tus manos, madre, que quiero trabajar,

entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, madre, que cubra mi maldad,

cubierto con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, oh madre, para poder gozar,

si tu me das el cielo ¿qué mas puedo anhelar?.

Dame a Jesús, oh madre, para poder amar,

Esta será mi dicha por una eternidad. Amen.

Canciones:
Viva nuestra Patrona:

++Viva la Virgen, nuestra Patrona,

que en nuestro pecho tiene su altar,

y reine siempre triunfante Cristo

en Tordesillas, Noble y Leal.

Siempre seremos tus fieles hijos,

nuestra abogada siempre serás,

y con tu ayuda perpetua siempre

derrotaremos a Satanás (bis)

++ Viva la Virgen...

Santa María del camino

1 Mientras recorres la vida, tu nunca sola estás,

contigo por el camino Santa María va.

Ven con nosotros al caminar,

Santa María ven.

Ven con nosotros al caminar,

Santa María ven.

Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

2 Si por el mundo los hombres sin conocerse van,

no niegues nunca tu mano al que contigo está.

3 Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,

tú vas haciendo caminos, otros los seguirán.

Santa María del Amén

1 Cuando la noche se acerca, y se oscurece la fe

Madre de todos los hombres, enséñanos a decir Amén (repetir en cada estrofa)

2 Cuando el dolor nos oprime, y la ilusión ya no brilla

3 Cuando aparece la luz, y nos sentimos felices

4 Cuando nos llegue la muerte, y tu nos lleves al cielo

Himno de las hijas de María

Cantad devotas hijas de María,

la Virgen os brinda (con gloria y amor),

ella amante nos mira desde el cielo.

Corramos valientes con fe y con ardor.

(Estrofas)

En el pecho la medalla,

y en el corazón la fe,

en los labios la plegaria,

y el mundo bajo los pies.

Arrancarnos tu amor santo,

siempre anhela el tentador,

pues tu amor segura prenda,

siempre fue de salvación.

Aunque el mundo me persiga,

y me instigue la pasión,

nunca, nunca, Madre mía,

me podrá quitar tu amor.

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A Jesús por María.

En este apartado hemos querido poner oraciones del Cristiano, dirigidas a Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque por María siempre podemos llegar al corazón de su hijo

Alma de Cristo:

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, purifícame.

Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh buen Jesús! Óyeme.

Dentro de tus llagas escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo defiéndeme.

En la hora de mi muerte llámame.

Y mándame ir a Ti.

Para que con tus Santos te alabe.

Por los siglos de los siglos. Amen.

Padrenuestro

Padre nuestro que estas en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra come en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

Credo

Creo en un solo Dios, padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra,

de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,

Hijo único de Dios,

nacido del Padre antes de todos los siglos:

Dios de Dios, Luz de Luz,

Dios verdadero de Dios verdadero,

engendrado no creado,

de la misma naturaleza del Padre,

por quien todo fue hecho;

que por nosotros, los hombres

y por nuestra salvación bajo del cielo,

y por obra del Espíritu Santo

se encarnó de Maria, la Virgen,

y se hizo hombre;

y por nuestra causa fue crucificado

en tiempos de Poncio Pilato;

padeció y fue sepultado,

y resucitó al tercer día, según las Escrituras,

y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre;

y de nueve vendrá con gloria

para juzgar a vivos y muertos,

y su reno no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,

Señor y dador de vida,

que procede del Padre y del Hijo,

que con el Padre y el Hijo

recibe una misma adoración y gloria,

y que hablo por los profetas.

Creo en la iglesia,

que es una, santa, católica y apostólica.

Confieso que hay un solo bautismo

para el perdón de los pecados.

Espero la resurrección de los muertos

y la vida del mundo futuro. Amén

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo,

Dios y Hombre verdadero.

Creador, Padre y Redentor mío,

por ser Vos quien sois, Bondad infinita,

y porque os amo sobre todas las cosas,

me pesa de todo corazón

de haberos ofendido; también me pesa

porque podéis castigarme con las penas

del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia,

propongo firmemente nunca más pecar,

confesarme y cumplir la penitencia

que me fuere impuesta. Amén

Profesión de fe (En su forma breve)

Creo en Dios Padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor;

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen;

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado;

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos;

subió a los cielos y está sentado

a la derecha de Dios Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir

a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados;

la resurrección de los muertos,

y la vida eterna. Amén.

Gloria

Gloria a Dios en el cielo,

y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos,

te adoramos, te glorificamos, te damos gracias

Señor Dios, Rey celestial. Dios Padre todopoderoso.

Señor Hijo único, Jesucristo,

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre:

tú que quitas el pecado del mundi, ten piedad de nosotros;

tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

tú que estás sentado a la derecha del Padre,

ten piedad de nosotros:

porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,

Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre.

Amén.

Vía crucis:

Invitación:

Vamos a recorrer con Jesús su camino de la cruz y él nos acompañará en la vía dolorosa, llena de cruces, de la humanidad sufriente.

1ª Estación: Jesús condenado a muerte.-

++ Te adoramos, Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.

---Padrenuestro. Avemaría y gloria.

++ Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.

2ª Estación: Jesús con la cruz a cuestas.

3ª Estación: Jesús cae por primera vez.

4ª Estación: Jesús encuentra a su madre.

5ª Estación: El cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.

6ª Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús.

7ª Estación: Jesús cae por segunda vez.

8ª Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

9ª Estación: Jesús cae por tercera vez.

10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestidos.

11ª Estación: Jesús clavado en la cruz.

12ª Estación: Jesús muere en la cruz.

13ª Estación: Jesús es bajado de la cruz.

14! Estación: Jesús es sepultado.

Ven Espíritu divino,

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;

don en tus dones espléndido;

luz que penetras las almas;

fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,

divina luz, y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado,

cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas, infunde

calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,

según la fe de tus siervos;

por tu bondad y tu gracia,

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno. Amén

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A San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

(Confesor y Patrono de la Iglesia Universal)

Su festividad se celebra, el 19 de Marzo, en toda la Iglesia desde 1621.

Oración

¡Oh amabilísimo José!

Padre adoptivo del Salvador del mundo.

Yo no cesare de alabarte

ni de confiar en tu patrocinio,

ni cesare de invocarte

hasta el último instante de mi vida,

y pedir que ruegues por mí.

No desprecies mis oraciones,

aunque tibias y sin fervor;

suple mi devoción,

ilumina mi entendimiento,

fortalece mi corazón en las virtudes,

y dame todo aquello que sea necesario

para el bien de mi alma.

Juntamente con el socorro

y amparo de mis necesidades.

Amadísimo Patriarca mío San José:

confiando en el valioso poder que tienes

ante el trono de la Santísima Trinidad

y de Maria vuestra Esposa y nuestra Madre,

te suplico intercedas por mí

y me alcances la gracia... (hágase la petición).

Jaculatoria:

¡Oh Dios!, que por una providencia

inefable os dignasteis

escoger al bienaventurado

José para ser el esposo

de vuestra Santísima Madre.

Os suplico fervorosamente

me concedáis, por su

intercesión, la gracia que

pido. Amen

Oración al santo o santa de tu devoción

Glorioso San... Gloriosa Santa... A ti acudo lleno de confianza en tu poderosa intercesión ante el amorosísimo Dios, Trino y uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que por el amor que te tienen me otorguen la gracia de ...(hágase la petición)

Me siento atraído a ti con una particular devoción, y sé que mis oraciones serán más agradables a Dios nuestro Señor si tu se las presentas. Mira, pues, mis penas y miserias, mis trabajos, necesidades y buenos deseos, y alcánzame, por tu intercesión, la gracia que pido en esta oración. Amen

Oración de San Francisco

Señor.

Haz de mi un instrumento de tu paz:

Donde haya odio, ponga yo amor;

Donde hay ofensa, ponga yo perdón;

Donde haya discordia, ponga yo armonía;

Donde haya error, ponga yo verdad;

Donde haya duda, ponga yo fe;

Donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

Donde haya tinieblas, ponga yo luz.

Donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Acción de gracias

Te damos gracias, Señor, por las caricias y desvelos de las madres de todo el mundo.

+Te damos gracias, Señor

Por los sudores y esfuerzos de los padres en su trabajo. Por las ilusiones de los jóvenes. Por los hijos que se esfuerzan en agradar.

+Te damos gracias, Señor

Por los niños que juegan y ríen, que son inocentes. Por las vidas que nacen en el amor. Por la gente que se preocupa por los demás.

+Te damos gracias, Señor

Por los que dieron limosna de lo suyo. Por los que miraron sin egoísmo a todos. Por los que ayudaron a los ancianos y débiles:

+Te damos gracias, Señor

Por los que hicieron brotar la alegría. Por todos aquellos que han decidido vivir en cristiano. Por todos y cada uno de nosotros:

+Te damos gracias, Señor

Gracias, Señor, por todo; pero, sobre todo, por las personas que has puesto a nuestro lado. Bendícelas como tu sabes hacer.

ORACION PARA CADA MES DEL AÑO

Enero 1 Santa María, Madre de Dios

La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en

la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI.

En 1931 el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios).

Con ella confesamos nuestra fe en la divina maternidad de María, que, por obra y gracia del Espíritu Santo, concibió en sus virginales entrañas y dio a luz al Hijo de Dios hecho hombre.

La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María.

Oración:

María, como verdadera Madre de Dios, eres nuestra fuente de inspiración, fortaleza y confianza. Por ti nos sentimos íntimamente unidos a Dios. Se nuestra fuente inagotable para poder responder a lo que Él nos pide y así ser en nuestro mundo, en nuestro entorno, la prolongación de la vida de Jesús, tu hijo.

¡Oh Virgen, que superas toda alabanza! Todo lo que tú quieres, lo puedes ante Dios, de quien eres Madre; y, aun cuando nosotros somos pecadores, tú eres dulce madre del Redentor y dulce madre nuestra, y puedes abogar por tus hijos pequeños y pecadores; a tu nombre se abren las puertas del cielo; en tus manos están todos los tesoros de la divina misericordia; óyenos Virgen y Madre.

Febrero 2 La Presentación de Jesús en el Templo-Purificación de Ntra. Sra.

La Purificación de la Santísima Virgen es la fiesta instituida en memoria del día en que Nuestra Señora fue al templo de Jerusalén para cumplir la ley de la purificación y presentar a su divino hijo Jesucristo (Celebrada por primera vez en 544).

A mediados del siglo V esta fiesta se conocía como "La Candelaria" o "Fiesta de las Luces".

El Concilio Vaticano II restaura esta fiesta a su origen primariamente Cristológico, celebrándose como la Presentación de Jesús en el Templo.

Oración:

Prepara, Señor, mi corazón para que con una disposición de apertura y docilidad te deje entrar hasta lo más íntimo de mi alma pues sé con certeza que quien se pone en tus manos está en camino de la verdadera felicidad.

Oh María, Madre de Cristo y Madre nuestra, te damos gracias por la solicitud con que nos acompañas a lo largo del camino de la vida, y te pedimos: preséntanos hoy nuevamente a Dios, nuestro único bien, para que nuestra vida, consumada por el Amor, sea sacrificio vivo, santo y agradable a él. Así sea.

Marzo 25 La Anunciación del Señor.

Se conmemora en ella el anuncio del ángel Gabriel a María y la aceptación por parte de ella de la encarnación del Verbo en sus virginales entrañas para ser el Redentor de la humanidad.

Cada día, la oración del Ángelus nos ofrece la posibilidad de meditar unos instantes, en medio de nuestras actividades, en el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, gracias a la contemplación del "sí" de María. Ese "sí" limpio y sin reservas se enraíza en el misterio de la libertad de María.

Parece ser que no existe ninguna mención cierta de una celebración del día de la Anunciación hasta el X concilio de Toledo (año 656).

Es probable que ya en el s. IV, en Palestina, hubiera una fiesta en la que se celebrase la encarnación y consiguientemente la anunciación.

Institución del Ángelus de Nuestra Señora, Europa (28 Junio 1456).

Oración: EL ANGELUS (puede hacerlo todo uno si está solo)

1.-Director.- El Ángel del Señor lo anunció a María.

2.- Responden.- Y concibió por obra del Espíritu Santo.

3.- Todos.- Dios te salve, María...

Santa María...

1. He aquí la esclava del Señor.

2. Hágase en mí según tu palabra.

3. Dios te salve, María...

Santa María...

1. El Verbo se hizo carne.

2. Y vivió entre nosotros.

3. Dios te salve, María...

Santa María...

1. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.

2. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

3. Amén.

Infundid, Señor, vuestra gracia en nuestras almas, para que, pues hemos creído la Encarnación de vuestro Hijo y Señor nuestro Jesucristo anunciada por el Ángel, por los merecimientos de su Pasión y Muerte, alcancemos la gloria de la Resurrección. Amén.

Oración.

Virgen María, hoy que celebramos la Solemnidad de tu Anunciación, concédeme un corazón profundamente recogido y sosegado, como el tuyo. Que el Señor nos de su Santo Espíritu. Quiero, como tú, ponerme enteramente en sus manos. Que sepa, como tú, aprender a decir siempre «hágase» a su Plan de amor.

Abril - 3 Aparición de Ntro. Señor a Ntra. Sra. y Apóstoles en el cenáculo.

Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús.

Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.

Jesús, resucitado, se presenta en el cenáculo.

En esta fiesta de Pentecostés, nuestra mirada se dirige instintivamente hacia María, ahora más que nunca, "la llena de gracia".

San Lucas nombra a los Apóstoles que estaban presentes "Y todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres y de María, la Madre de Jesús, y de sus hermanos".

En la Santísima Virgen, que estuvo presente en el primer grupo de los discípulos de Cristo, la Iglesia ha ido descubriendo progresivamente a la Madre que alentaba con su amor los comienzos de aquella primitiva comunidad y al modelo destacado de la oración unánime.

Ella era esencial, la Madre a través de quienes la Iglesia nacería.

Esto, nos trae el papel de la Madre María: el trabajo del Espíritu Santo, la promesa del regalo del Señor Jesús, quien infundiría la vida dentro de la Iglesia que es divina en el momento de su nacimiento. Pero estos regalos están dados por Él a través de la mediación de María, que es la esposa del Espíritu Santo.

Oración:

Santa María, tu que estabas muy unida a esas primera comunidad de creyente, tu que les acompañabas con tu oración, animando, apoyando con tu fe inquebrantable, con tu amor maternal, solo tú puedes acompañarnos.

Madre del Señor Jesús y nuestra, obtennos la presencia vivificante del Espíritu, y la gracia de andar siempre por los caminos de Dios; por tu bondadosa intercesión consigue que estemos libres: de las tristezas presentes, de las acechanzas del enemigo, de las flaquezas en la lucha, de la permisividad con nuestras inconsistencias; y para cuando seamos convocados por el Padre consigue para nosotros las alegrías sin fin.

Amén.

Mayo 31 Santa María Reina

Litúrgicamente es una fiesta modernísima. Fue instituida por el papa Pío XII el 11 de octubre de 1954 en su encíclica Ad caeli Reginam, ordenando su celebración en toda la Iglesia universal el día 31 de mayo, y que en dicho día se renueve la consagración del género humano al Corazón Inmaculado de María.

Oración:

Reina del Cielo, alégrate, aleluya, porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya, ha resucitado, según su palabra, aleluya.

Ruega al Señor por nosotros, aleluya

¡Oh, Santa Reina! Ya que el Señor te ha elevado a tan alta dignidad y que para Él no hay imposibles, te suplicamos que intercedas por nosotros para que nos haga partícipes de la plenitud de gracias que habéis merecido.

¡Oh Virgen María!, digna Madre de Jesucristo, Reina de cielo y tierra que mereciste traer en tu seno al mismo Criador de las criaturas. Ten por bien de intervenir por mí, para que cualquiera cosa que haga por ignorancia o negligencia, o por otra cualquier manera, me perdone por tus ruegos Jesucristo tu Hijo el cual con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en los siglos de los siglos.

¡Oh Madre María ¡ Virgen perpetua, intercede por nuestros, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. Por nuestro Señor Jesucristo.

Amen.

Junio Inmaculado Corazón de la Virgen María

La fiesta litúrgica fue introducida en el calendario universal por Pío XII en 1945. Hoy se celebra al día siguiente de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús (viernes siguiente a la del «Corpus Christi»), que es fiesta variable.

Oración:

POR SU INMACULADO CORAZÓN

Quiero dar gracias al Señor por tu Inmaculado Corazón;

Y quiero pedirte, ¡oh Virgen de las vírgenes!, que me obtengas la gracia de descubrir sus encantos y los necesarios auxilios para recorrer esta vida, aprendiendo a amar a ese tu Dulce Corazón y a ser educado en la gran lección que de su inmaculada pureza brota para bien de toda la humanidad.

Amén

¡Oh Virgen bendita, esperanza y refugio de pecadores! Postrado a tus pies sagrados te suplico que por aquella honra incomparable que tenéis de ser Madre de Dios y Virgen perpetua y sin mancilla, me miréis con ojos de misericordia y me asistáis en todos los momentos de mi vida, particularmente en la hora de mi muerte . Amen.

-Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea,

en tan graciosa belleza;

a ti, celestial Princesa,

Virgen sagrada María,

te ofrezco desde este día

Alma, vida y corazón;

Mírame con compasión,

¡no me dejes, Madre mía!

Julio 2 La Visitación de la Virgen María a Santa Isabel.

(Fiesta de la Visitación de Nuestra Señora, instituida por el Papa Urbano IV el 2 de

Julio 1385.)

Cuando el ángel anunció a María el misterio de la Encarnación, le dijo también que su pariente Isabel había concebido un hijo en su vejez, y ya estaba de seis meses aquella a quien llamaban estéril. Poco después, María se fue con prontitud. Llegada a su destino, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Permaneció con ella unos tres meses,

Oración:

Dios todopoderoso, Tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

–como lo había prometido a nuestros padres–

en favor de Abrahám y su descendencia por siempre.

Agosto 15 Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos.

En la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen, la Iglesia celebra el fin de la vida mortal de la Virgen María y su gloriosa asunción al cielo.

La octava fue agregada en 847 por León IV;

El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:

Oración:

¡Oh María! Habéis dejado la tierra y subido al cielo en donde reináis sobre todos los coros de Ángeles. Nosotros, miserables pecadores, sabemos que no somos dignos de teneros en este valle de tinieblas; pero también comprendemos que aun en medio de vuestras grandezas no nos habéis olvidado, por pobres y miserables que seamos. Tan grande elevación solo ha servido para aumentar vuestra compasión hacia nosotros. Dignaos, oh María, dirigir vuestras misericordiosas miradas hacia nosotros desde la altura de vuestro trono celestial; tened piedad de nosotros, miradnos con compasión, socorrednos en todas las tempestades y combates a que estamos expuestos en este mundo. Alcanzadnos por la santidad de vuestra gloriosa Asunción la perseverancia en la gracia de Dios, para que al salir de esta vida podamos unirnos a los espíritus bienaventurados y cantar vuestras alabanzas como lo merecéis. Amén.

Setiembre 8 Nacimiento de la Santísima Virgen María

La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI.

Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor.

Oracion:

María, en este día que festejamos tu nacimiento, te pido que me ayudes a estar siempre cerca de ti y de tu Hijo Jesús.

¡Que grande gozo e incomparable alegría debe tener todo el mundo el día de vuestro sagrado nacimiento: habéis consolado al mundo, alegrado al cielo y aterrado al infierno; habéis dado ayuda a los caídos, consuelo a los tristes, salud a los enfermos y alegría a todos; os suplicamos con los más fervorosos afectos que renazcáis espiritualmente con vuestro santo amor en nuestras almas; renovad nuestro espíritu para que os sirvamos, encended de nuevo nuestro corazón para que os amemos; y haced florecer en nosotros aquellas virtudes con las que podamos hacernos siempre más agradables a vuestros benignísimos ojos.

Octubre

La fiesta destacada es el día 7: Nuestra Señora del Rosario.

Esta fiesta mariana fue preparada desde muy antiguo por las cofradías del Rosario, fomentadas principalmente por los dominicos y muy florecientes en el siglo XV. Instituida por el Papa Gregorio XIII (1573).

Vamos a aprovechar esta advocación para orar por cada una de las imágenes que representan a María y se tienen como propias de un lugar.

Son incontables las maneras con las que los fieles católicos han manifestado su amor a María a través de los siglos. En primer lugar, han puesto a María diferentes nombres según los distintos lugares.

A estas representaciones se les llama advocaciones o dedicaciones por los diferentes atributos que tiene María y por los lugares en donde han tenido lugar sus Apariciones, o en donde se le venera.

Lo cierto es que los nombres de María son incontables como incontables son las muestras de amor de sus hijos.

Nuestra devoción es hacia la única Virgen María que cuida e intercede por sus hijos con su amor de madre y espera de nosotros que seamos fieles seguidores de su Hijo, Jesucristo.

Oración:

Oh Virgen Santa de .... (advocación)

No podemos corresponder a los favores y gracias que continuamente haces en nosotros. Acepta nuestro sencillo agradecimiento. Y, ya que no podemos darte nada que sea digno de ti, te ofrecemos nuestro corazón y nuestro propósito de propagar tu dulce devoción.

Quédate, María, con nosotros, como Madre de Dios ofrecida a la humanidad.

Acompáñanos en la misión de la familia de Dios, sobre todo cuando la cruz de la vida se nos hace más pesada.

Mantén vivo nuestro amor y fuerte nuestra esperanza para que ningún obstáculo pueda desviarnos del camino de la salvación.

Al invocar tu auxilio pon un rápido y celestial remedio ya que ante tu altar tantos afligidos, tantos desvalidos e infortunados, ponen su esperanza en tu mediación esperando verse libres de sus tribulaciones.

Mi oración es por todos hermanos en Cristo. Personalmente, lleno de confianza y agradecimiento por todo lo bueno que hay en el mundo, por todas las gracias que recibimos, te pido desde lo más íntimo de mi corazón me concedas...

Si es voluntad de Dios y bien para mi alma. Amen

Noviembre 21 Presentación de la Santísima Virgen María (13 A.C.).

Restablecida por Sixto V en 1585 e impuesta a toda la Iglesia universal. En el calendario actual se celebra como simple «Memoria».

Oración:

Santa Madre María:

Tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída, el servirle plenamente como templo inmaculado.

Tú que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Anta, respondiste con una obediencia amorosa a la llamada de Dios Padre.

Tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor:

Enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.

Diciembre 8 La Inmaculada Concepción de María

(El día 8 de diciembre del año 1854, el Sumo Pontífice Pío IX, por Bula dogmática instituyo esta fiesta a la Santísima Virgen María porque, como enseña la fe, la Virgen María, por singular privilegio y por los méritos de Jesucristo Redentor, fue santificada con la divina gracia desde el primer instante de su concepción, y así preservada inmune de la culpa original).

Oración: Ante la Inmaculada Concepción

Reconozco y confieso con ardiente fe el maravilloso privilegio de tu Inmaculada Concepción.

Elevo mi plegaria de acción de gracias por lo que tan maravilloso don significa para toda la humanidad, como efecto adelantado de la reconciliación, y en lo que a mí en particular respecta, al haber iluminado tanto mi humano peregrinar.

Te ruego, Madre amada que me permitas unir mi voz a la de todos aquellos que en el mundo y a lo largo de la historia te proclaman con sobria y alegre firmeza:

¡Bienaventurada!

¡Oh, María, llena de gracia, Inmaculada siempre Virgen María, Madre de Cristo y Madre Nuestra!, te ofrecemos nuestra humilde y filial voluntad de honrarte y celebrarte siempre con culto especial que reconoce las maravillas de Dios, obradas en Ti con una devoción particular que exprese nuestros sentimientos más puros, más humanos, más generosos, más personales y que haga resplandecer alto sobre el mundo el ejemplo atrayente de la santidad...